En este trabajo la autora se propone demostrar que la categoría “niño” que surge de la ley de Educación Común (Ley Nº 1.420), sancionada en el año 1884, no llegó a condensar la totalidad de las imágenes de la infancia que poblaban el universo de representaciones de las élites. Por el contrario, en los años que van aproximadamente de 1880 a 1920 se dio un lento proceso por medio del cual quedó establecida entre los sectores dirigentes una percepción dicotómica del universo infancia, que diferenciaba entre los “niños” (menores de edad que cumplían con los roles de hijos, alumnos y/o trabajadores si pertenecían a los sectores populares) y los “menores” (laxa categoría que hacía referencia a un conjunto urbano muy heterogéneo pero uniformemente ajeno a las pautas de comportamiento, circulación por el espacio, educación, trabajo, sexualidad y socialización familiar y extrafamiliar que las élites encontraban convenientes para los menores de edad). El presente artículo parte del supuesto de que en la época que se analiza se definieron representaciones de la infancia que excedían, contradecían, complementaban y terminaban de precisar la imagen “niño/alumno” auspiciada por la Ley 1420.
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